De la necesidad de construir un centro político y administrativo de la ciudad y del Estado nacieron los Foros Imperiales, esplendoroso conjunto urbanístico-arquitectónico del que hoy nos quedan muy pocos restos.  De lo que aún queda en pie, se puede destacar a modo de ejemplo la plaza del Foro, con el espléndido Arco de Septiminio Severo, el Templo de Vesta, del que apenas quedan unas cuantas columnas, y el Foro de Augusto, donde se hallaba el Templo de Marte Ultor.