CARLOS MANZANO |
Recortes de prensa |
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HERALDO DE ARAGON Suplemento Artes & Letras jueves, 15 de enero de 2009 LETRAS ARAGONESAS CARLOS MANZANO PUBLICA OTRA NOVELA INQUIETANTE EN MIRA
Un viaje interior y policiaco.
Matías llena folios mientras aspira a ser un autor reconocido, ningún editor valora su obra, a la que han llegado a calificar como falta de vigor y vacía de argumentos, por eso resuelve escribir la novela que ha de cambiar el rumbo de su carrera literaria y conducirlo a la fama. Busca en Internet un hecho impactante, una noticia contundente que le sirva de base para desarrollar la trama de su nuevo trabajo. Tras mucho leer y descartar, escoge el asesinato de una familia en Valladolid. Un matrimonio y su pequeño hijo son asesinados por la joven que trabaja para la familia, poco más se sabe acerca de este caso que despierta su interés. Matías decide ocupar su periodo de vacaciones indagando sobre el asunto y viaja a la ciudad donde acaecieron los hechos dispuesto a reunir las piezas del puzzle que compondrá su novela. Un bar, una mujer fea pero con un cuerpo irresistiblemente atractivo, la oportunidad de un lance amoroso que a nada compromete, una extraña relación que lleva al personaje a autoanalizarse, a entrar en el infierno en el que habitan sus fantasmas: Marina, la mujer a la que amó, la mujer que le abandonó. El miedo, ese eterno compañero de viaje. Porque Matías vive abrumado por esos miedos que todos sentimos alguna vez, miedo al fracaso, a defraudar expectativas propias y ajenas, a tomar decisiones arriesgadas, a cambiar aspectos de nosotros mismos que nos desagradan... Matías desea conocer la causa que motivó aquel triple asesinato. ¿Qué pasa por la mente de una joven aparentemente normal para que se transforme en una asesina múltiple? Descartado el robo como móvil, ¿se trata de un crimen pasional?, ¿de una venganza? La homicida se declaró culpable en el juicio, asumió su culpa y aceptó el castigo que la justicia le impuso. Todo son incógnitas, cuestiones pendientes de resolver. Y Matías persigue esa verdad. Entretanto, se halla involucrado en una relación sexual, que lejos de resultarle inocua, le obliga a plantearse aspectos de su vida sentimental, a ahondar en las zonas grises de su personalidad, a replantearse quién es en realidad. El móvil del triple asesinato, el quid de la cuestión, el nudo de la novela, solo la persona que perpetró el crimen puede sacarle de dudas. Matías pide entrevistarse en prisión con esa mujer que tiene la respuesta que busca, pero únicamente consigue una carta, una confesión que aclara poco, que más bien lo confunde todo. Aunque ahora casi lo de menos es saber qué induce a una persona a convertirse en asesina, su búsqueda ha dado fruto, no el deseado, sino uno inesperado. Matías se ha topado de bruces con el hombre que es. El personaje de Carlos Manzano (Zaragoza, 1965) nos lleva de la mano por un mundo plagado de sombras familiares. Es un recorrido sin sobresaltos, en el que se nos presenta ese lado oscuro que no queremos ver, esos matices en los que pocas veces reparamos, esa faceta de nuestro yo que tememos afrontar. La pretendida novela policiaca se convierte así en un viaje interior. Quizá Matías aún no sepa que un escritor acaba hablando de sus obsesiones. María Dubón
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aragónliterario Literatura en Aragón LA VERDAD Hay un momento clave en la novela cuando el protagonista, dolorido y consternado, reconoce que su mente “…se ha enredado en un absurdo entresijo acerca de mí mismo, de la verdad, la muerte, el pasado y el destino, sin llegar a ningún sitio...”. Es un resumen preciso y exacto del contenido de “Sombras de lo cotidiano”: la mirada interior, la búsqueda de la verdad y la indagación acerca de la muerte, el pasado y el destino. Todos temas habituales en la literatura de Carlos Manzano. Y es que Carlos no es de los que se quedan mirando el reflejo de la superficie. Él mete la cabeza dentro del agua. Hasta el fondo, hasta lo más profundo. Aunque hay algo en lo que no estoy de acuerdo con el protagonista: no creo que el viaje haya sido absurdo y ni mucho menos que no lleve a ningún sitio. Lo que pasa es que la caída, el golpe que recibe, es demasiado fuerte. Imaginad a un hombre que, cansado de hacer solitarios, se pone a hacer un castillo de naipes. No es un simple juego, en el anverso de cada carta hay diferentes imágenes de su vida que representan algo: la soledad, el fracaso, el amor roto, un anhelo, una motivación, un viaje, una mujer, una pregunta, un espejo roto, una borrachera y una coartada para vivir. Va colocando con cuidado una carta encima de otra, construyendo la torre en delicado equilibrio. Encontrando el sentido, colocando cada carta en su lugar. Pero la última es de plomo y al colocarla en el vértice el castillo se derrumba. Tanto esfuerzo para nada. Un fraude, una mentira. Pero reducir “Sombras de lo cotidiano” a un simple engaño, a un estrepitoso derribo, no es justo. Porque la historia encerrada en esta novela es simple pero profunda. Simple; porque así es la verdad. La cruda realidad. La inesperada y vulgar verdad de la vida: envidia, avaricia, ira, violencia y odio. Sórdida, sin artificios ni fantasía. Profunda; porque Carlos nos trae la voz del pensamiento de un hombre. Un viaje al interior, un monólogo, una salvaje y dolorosa introspección. La conciencia que vive dentro de nosotros. Profunda; porque retrata la desesperada búsqueda de una excusa, un argumento, un hecho en el que inspirarnos, una esperanza a la que agarrarnos para salir a flote. Profunda; porque con el extravagante encuentro con una mujer se entrecruza el doloroso recuerdo de otra, el tumor maligno de un adiós que hay que extirpar. El placer y el dolor. Profunda; porque nos habla del error de mentirse a uno mismo, del egoísmo, las estrategias que utilizamos para protegernos. Los andamios para tapar nuestra soledad. La farsa que nos hemos creado para no mostrarnos como seres heridos, indefensos y débiles. Profunda; porque Carlos nos enfrenta a nuestra propia derrota, a caer dominados por esa parte demente e irracional que vive dentro de nosotros y que nos esforzamos por mantener a raya. Porque plantea los motivos de la existencia humana. Busca el significado a ese sinsentido descomunal que significa la vida. La necesidad de resolver las incógnitas, las preguntas que necesitan respuestas. Volverse loco de pensar, buscar una razón que explique nuestros actos. Y profunda porque también es un tratado sobre cómo escribir y qué significa una novela. Qué debe tener dentro. Y eso es lo que Carlos Manzano nos ofrece en “Sombras de lo cotidiano”: rigor estético y lingüístico, realismo y esfuerzo intelectual. Al final, las tres citas del principio no son porque sí. Tres citas extraídas de tres libros que el protagonista de la novela se compra. La verdad siempre es otra. La verdad resulta ser la triste realidad, pero el viaje no ha sido en vano. Carlos Manzano, “Sombras de lo cotidiano”, Mira Editores, Zaragoza, 2008 © Luis Borras |
Aunque todavía con una corta producción literaria, Carlos Manzano parece un escritor inquieto, en busca de explicaciones a la vida, haciendo preguntas para las que no tiene respuesta. Así, Matías, nuestro personaje, se moverá en un mundo caprichoso e incierto, aunque más bien habría que decir mundos en plural, pues el autor conduce a nuestro hombre por diversos escenarios que casi se podría decir que consigue en ocasiones (sobre todo al final) escribir una novela dentro de otra novela. Efectivamente, Matías, que es periodista y ha hecho algunos pinitos en la producción literaria, esta intrigado por un triple crimen sucedido hace tres años en Valladolid, con acusado confeso y cumpliendo condena. Le atrae este suceso porque nunca se halló un móvil; podría ser un buen reportaje de investigación. Resumiendo: adelanta sus vacaciones y se traslada a Valladolid para investigar, pero en la ciudad castellana se va a encontrar con sorpresas que le apartarán del caso y otras que le abrirán vías de penetración. Conoce a una mujer de su edad, nada agraciada, con la que entabla relación. Y es aquí, a partir de este momento, donde la novela se desdobla: la investigación sigue su curso, por un lado, y por otro Matías se siente impelido a volcar todas sus dudas vitales a Remi, la extraña mujer con la que ha establecido relación. Carlos Manzano, nos dibuja a dos personajes extraños en un mundo extraño. El amor, lo cotidiano, las relaciones con otras personas, la amistad, los afectos, el trabajo, la familia y un largo etcétera fluirán abundantemente en las conversaciones y en los razonamientos de esta pareja. Sin embargo el autor carece de fuerza para exponer respuestas a las mil cuestiones que pone en boca de sus dos personajes. Es una pena. Tal vez en el amor es donde más se vuelca, aunque opino que confunde (o mezcla) la pasión amorosa con el simple sexo. Y mientras tanto, Matías investigador decide ir a visitar a la asesina múltiple. Pero ésta rechaza su interés y le escribe una larga carta en la que admite todo lo que ya se sabe: que ella mató a los padres y al hijo de meses y que no sabe por qué; que lo tiene que pagar; y que está en paz con su conciencia. Agradece efusivamente a Matías el interés y le dice que es el único que le ha escrito queriendo visitarla e intentar entender lo que pasó. Matías se hunde y casi abandona su investigación. De hecho, antes de concluir sus vacaciones se vuelve a su ciudad de origen. Y es allí donde el ingenio del autor da un fuerte tirón hacia arriba, salvando la novela de la mediocridad: semanas después de su vuelta le llega una carta de Remi con otra carta cerrada de la reclusa, en la que le cuenta toda la verdad sobre el triple asesinato. Ahí si que hay material para una buena novela; y Carlos Manzano nos la ha escrito a retazos. © Juan Carlos Eizaguirre |
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