CARLOS MANZANO fotografías |
Lisboetas
Esta serie nació por casualidad el mes de septiembre de 2013, durante mi último día de estancia en Lisboa. Sería incapaz de explicar por qué la hice, ni en el momento en que la inicié ni ahora mismo, cuando escribo esto algunos días después. No hay ningún origen racional en ella, ningún oscuro mensaje que descifrar, y menos aún me animó el propósito de realizar un análisis concienzudo o reflexivo sobre nada ni nadie; eso es lo único que puedo decir. Las fotografías de esta serie son ni más ni menos lo que muestran: imágenes de lisboetas anónimos que, por suerte o por desgracia, pasaron en determinado momento frente a mí. Me gustó la idea de captarlos como si fueran ráfagas, instantes inaprensibles apenas entrevistos, rostros fugaces que se cruzan con nosotros a diario, de los que apenas sabemos nada y con los que probablemente nunca más volveremos a coincidir. Hay, en cualquier caso, una cierta pretensión estética (imprescindible, a mi juicio, para toda propuesta que quiera adornarse con el más mínimo revestimiento artístico), un juego de sombras, tonos y volúmenes que no es vano ni gratuito. Sea como fuere, y quizá a modo de disculpa o sencillamente como excusa, quizá convenga recoger esta frase de Jesús M. de Miguel y Omar G. Ponce de León que a menudo se nos pasa por alto: "La vida es menos nítida, centrada y enfocada que la mayoría de las fotos". |